Andan
los cerrajeros de Madrid a la gresca con los que llaman “intrusos”, aquellos
que inundan de pegatinas pequeñitas en farolas y molduras de los portales. La
Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES) pide que se prohíban las pegatinas.
Detrás
de estas pegatinas se esconden, en muchos casos, bandas de delincuentes que,
aprovechando que cambian la cerradura de una casa, se quedan con una copia de
las llaves, para desvalijar a sus moradores cuando no están en la vivienda. No
se trata de limpieza sino de seguridad ciudadana, señala la UCES, quien trabaja
con la policía para desenmascarar a estos cacos y recomiendan a los ciudadanos
que no llamen a estos falsos cerrajeros por su propia seguridad.
La
noticia de El País es más extensa, y recomendable su lectura.
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