Como
despedida, nuestra querida y nunca bien ponderada alcaldesa ha tenido a bien
limitar el tráfico en la zona aledaña a la plaza de Ópera a partir del 1 de
agosto, aprovechando la gran desbandada de madrileños en la “operación salida
de vacaciones de verano”. Así, cuando regresen, los conductores se encontrarán
con la sorpresa de que no pueden cruzar, por ejemplo, la Puerta del Sol so pena
de multa de 90 euros. Además, la calle Mayor será de un solo sentido hacia
Bailén, a ella se podrá acceder desde la plaza del Comandante de las Morenas y
el subterráneo de la calle de Atocha. (Ver plano adjunto en la noticia de El
Mundo).
Ya se
están instalando las cámaras que vigilarán el acceso a la zona y una de las
novedades, es que sí podrán circular por el interior de la zona restringida los
coches eléctricos y los híbridos enchufables. Los residentes tienen derecho a
diez visitas mensuales de parientes y amigos, sin justificante.
Esta medida entrará en vigor, como se ha
dicho, el 1 de agosto, siempre y cuando el nuevo equipo municipal resultante de
las elecciones en mayo, la mantenga, claro.
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