Cuentan que Carlos I le dijo a su
hijo: «si quieres aumentar tus reinos, pon la Corte en Lisboa, si quieres
conservarlos déjala en Toledo, y si los quieres perder, trasládala a Madrid».
En la primavera de 1561 Felipe
comunicó al Concejo de Toledo su deseo de trasladar la Corte a Madrid. ¿Qué
motivos tuvo el rey que le impulsaran a escoger Madrid como capital de España?
realmente, no se saben. No existe ningún documento oficial que indique sus
razones.
En aquel año los reyes se hallaban en
Toledo, la Corte llevaba allí asentada desde el reinado anterior. Dicen que a
Isabel de Valois no le gustaba Toledo por su clima extremadamente frío en
invierno y muy caluroso en verano. Sus calles estrechas y en pronunciadas
cuestas no contribuían a su agrado precisamente. Felipe II encontraba la Ciudad Imperial
incómoda, su situación en un alto impedía su expansión, hay que tener en cuenta
que como Corte se entendía a todo el personal a las órdenes del rey que se
desplazaban allá donde él iba: presidentes de los Consejos, embajadores de los
distintos países, personas de la nobleza que intervenían en las tareas de
gobierno, los de juntas, alcaldías, comisiones, así como los servidores
palaciegos, reposteros, coperos, guardias de escolta, ballesteros, notarios,
abogados, etc. Para colmo de males, Toledo carecía de agua fácil, su situación topográfica
en un cerro elevado la convertía en una ciudad sin agua pues su río se hallaba
hundido en lo más profundo del tajo que le da nombre, difícil pues de llevar
hasta lo alto del cerro.
Madrid
sin embargo ofrecía algunas ventajas como ser el centro de la Península, cruce entre los caminos de Burgos, León, Zamora, Salamanca, Ávila,
Toledo, Sigüenza y Soria, así como punto equidistante entre Toledo y
Valladolid. Además, tenía agua en abundancia, famosos eran sus viajes de agua
tan apreciados por la calidad de su sabor. El aire limpio y su clima sano, así
como los bosques que proporcionaban frutos, caza y madera… todo ello influiría
al rey para escoger Madrid como sede permanente de la Corte. Es
probable que también influyera en su ánimo la proximidad de El Escorial, lugar
por él escogido para construir el monasterio que serviría de retiro y de
panteón de los reyes.
Se desconoce si la idea del rey de
establecer la Corte en Madrid estaba en su mente desde antes de su reinado o
fuera un proyecto que fue madurando a raíz de los hecho ocurridos en Toledo,
ciertos roces entre la Corte y el Arzobispado. Por otro lado, los toledanos
estaban descontentos con la permanencia de la Corte porque los precios
aumentaron, los alimentos escaseaban y la convivencia a veces fue difícil. Los
únicos beneficiados eran los posaderos y los comerciantes.
La Corte además había crecido
desmesuradamente entre miembros y servidores en varios miles de personas. Se
necesitaba pues una sede fija y estable que facilitara los movimientos de tantas
personas. Madrid no era una ciudad con grandes y suntuosos edificios y su
caserío permitiría las reformas urbanísticas necesarias.
Y algo que debió influir también:
Madrid no tenía una burguesía permanente como Valladolid, ni un clero poderoso
como Toledo ni un proletariado conflictivo, como Segovia. Así, Felipe II eligió
una ciudad donde no encontró obstáculos ni tuvo que compartir la autoridad de
la ciudad.
Como se ha dicho, no existe ningún
documento oficial que explique el traslado a Madrid, los propios miembros de la
Corte recibieron la orden de trasladarse sin saber que iba a ser definitiva su
estancia en Madrid.
El 3 de junio de 1561 los reyes ya estaban en Madrid. Desde
entonces, Madrid es capital de España.
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Fecha de la publicación:
Octubre 2010 - 13.95 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
«si quieres dominar en el Atlántico , pon la Corte en Lisboa, si quieres dominar en el Mediterráneo pon la capital en Barcelono y si los quieres perder, trasládala a Madrid».
ResponderEliminarMuchas gracias por la aportación.
EliminarSaludos madrileños