Hoy
tenemos 22º de temperatura, 69% de humedad (alta para lo que tenemos
normalmente en Madrid) y viento E-Noreste de 0 km/h. Pues la verdad, por la
ventana de mi atalaya de Arganzuela, entra un airecillo fresquito que da gusto.
¿No será al manos un 0,2 km/h? porque brisa, hace.
Según
la Aemet, a eso de las 5 de la tarde, llegaremos a los 30º, qué guay, una
temperatura perfecta, que ya va siendo hora de perder de vista las olas de
calor.
Y ya,
sin más dilación, empezamos el resumen de prensa:
Los
clásicos “gorrillas” avisan de un hueco que queda libre para poder aparcar, a
cambio, claro, de la voluntad. Los ha habido toda la vida. Sin embargo, desde
hace ya años, el “gremio” está copado por los subsaharianos. Estamos
acostumbrados a verlos en la cuesta de la Vega y en los aparcamientos de los
hospitales como la Paz, el Clínico, la Fundación Jiménez Díaz, etc.
La Clínica
de la Luz y la delegación de Hacienda, muy cerca una de la otra en torno a la
calle de Guzmán el Bueno, han convertido a las calles de Julián Romea y General
Dávila en “especiales” y ahí, un grupo de “gorrillas” no solo avisan de un
hueco para aparcar sino que además, a cambio de la voluntad, se encargan de ir
actualizando el tique del SER. Cuando ven que llega el controlad@e que pone
multa a los coches que no tienen tique, los subsaharianos dan el aviso con un
chillido y se lanzan a la carrerahacia el parquímetro apagar el importe mínimo:
25 céntimos. Y así, a lo largo de toda una intensa jornada laboral de 9 de la
mañana a 9 de la noche.
Los
automovilistas están encantados, dejan la ventanilla medio bajada y los
subsaharianos cambian el tique cada vez que hace falta por el importe mínimo.
Estos africanos, siempre con la sonrisa permanente en la cara, jamás les han
robado nada y encima les ahorranhasta 200€ al mes en aparcamiento. Llevan
prestando este “servicio” desde hace ya siete años.
La otra
cara la ponen los residentes del barrio, una zona “bien”, que han visto cómo
sus calles se inundan de una marea negra que, además, chilla cada cierto
tiempo. Y es que nunca llueve a gusto de todos.
¡Ponga
un subsahariano en su coche, oiga! Y ahorrará 200€ al mes en aparcamiento.
¿Cómo
no se les ha ocurrido a los concesionarios de automóviles incluir un
subsahariano en el precio del coche? No sería ninguna tontería tener uno
contratado a tiempo completo por un sueldo de, pongamos por caso, 2€ al día,
con contrato incluido ¿eh? y llevarlo en el coche siempre para poder aparcar y
ahorrarse un dinero que así el Ayuntamiento no se lo lleva, que bastantes
impuestos y tasas tenemos ya que pagar los madrileños.
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