Y hablando de cruces ...
La cruz de Puerta Cerrada, de piedra
de colmenar, y para satisfacer la curiosidad de algunos, fue instalada aquí a
mediados del siglo XIX con el único fin de tapar un depósito de agua.
Aunque
haya turistas que piensen que se trata de una conmemoración o recuerdo de la Guerra Civil, ya ven que nada
tiene que ver.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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