Las calles de Cuchilleros, Bordadores,
Cabestreros, Esparteros, Yeseros, Botoneras, Cedaceros, Latoneros, Herradores,
Ribera de Curtidores, las cambiadas de Panaderos, Zapateros, Tintoreros y Boteros
(Andrés Borrego, Coloreros, Escalinata y Felipe III respectivamente), así como
las desaparecidas de Chisperos y Cerero, son un reflejo del Madrid artesano
medieval, pues recuerdan los lugares donde se situaron los artesanos.
Los
talleres se instalaban en la propia vivienda trabajando en ellos el cabeza de
familia y los hijos mayores. Algunos eran muy ruidosos, como las fraguas de los
herreros, y otros producían malos olores, por ello, sucesivas leyes fueron
obligando a trasladar los talleres fuera de la ciudad, colocándose cercanos a
las puertas de acceso a Madrid.
Así, los alfareros se instalaron en
la calle Mayor; los esparteros, herradores, arcabuceros, hilanderas y
bordadores en la calle de Esparteros, plaza de Herradores, plaza del Comandante
Las Morenas, calle de Hileras y calle de Bordadores respectivamente.
Los
plateros se situaron en la calle Mayor (entre Ciudad Rodrigo y la plaza de la Villa), lo que dio lugar a
que por un tiempo, este tramo se denominara Platerías; los coloreros en la
calle de igual nombre; los cuchilleros, espaderos y tijereros en la de
Cuchilleros; los tejedores, cinteros, monteros y en general todos aquellos
dedicados a la artesanía en las calles de Mesón de Paños y Escalinata; los
tintoreros en la antigua calle del Tinte, hoy Escalinata y los boteros en la
antigua de Boteros, actual Felipe III.
Los curtidores de piel se instalaron en
la llamada Ribera de Curtidores, por su cercanía al matadero (que estuvo en la
actual plaza del General Vara de Rey) y cercanos a éstos, estuvieron los
zapateros, silleros, guanteros, alabardoneros, cabestreros y freneros.
Y por
último los cedaceros, que se situaron algo más apartados, en la calle que hoy
conserva el mismo nombre.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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