La "plaza de la Alegría" no figura ni
figuró nunca en el callejero madrileño, pero así se conocía a la plaza de
Manuel Becerra, luego plaza de Roma y hoy Manuel Becerra de nuevo.
Y fue así
bautizada irónicamente por el pueblo porque aquí se despedían los duelos de los
entierros camino del cementerio de la Almudena.
Otra versión dice que la plaza tomó el
nombre de un ventorrillo llamado Alegría que estuvo situado a la izquierda del
camino de Alcalá.
A partir de 1906 la plaza recibió el nombre de Manuel
Becerra.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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