La calle Segovia, tal como la vemos
hoy, nada tiene que ver con lo que fue. Era una especie de hondonada o vallejo
con un arroyo en el centro que bajaba hasta el Manzanares.
Este arroyo era
conocido con los nombres de Alcantarilla de las Fuentes de San Pedro o Vallejo
de San Pedro, por pasar cerca de la antigua iglesia de San Pedro el Viejo.
A
ambos lados de la actual calle de Segovia están dos cerros ocupados por el
Palacio Real y los jardines de las Vistillas.
Cuando se construyó la calle
sobre el arroyo, recibió primero el nombre de Calle Nueva y luego Segovia, por
ser éste el antiguo camino que conducía a dicha ciudad castellana.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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