La calle Válgame Dios es una muy
corta y está situada entre las de Augusto Figueroa y Gravina, detrás del
palacio de Buenavista, ocupado por el Cuartel General del Ejército.
Según la tradición, dos hombres
llamaron una noche a la puerta del convento de San Francisco -San Francisco el
Grande- solicitando que un religioso les acompañase a socorrer a un moribundo.
Como el fraile sospechó de ellos se hizo acompañar por un fornido lego. Cuando
llegaron a esta zona, que era un barranco despoblado, le indicaron que debía
confesar a una mujer y bautizar a su hijo que iban a ser asesinados a
continuación por el amante de aquélla que era uno de estos hombres. El grito de
«¡Válgame Dios!» proferido por la mujer puso en guardia al religioso, y el lego
les defendió de la muerte consiguiendo estrangular a uno de ellos mientras el
otro huía.
El barranco fue conocido a partir de entonces con el nombre de
Válgame Dios, el cual pasó a la calle cuando se abrió.
Del libro “Los
porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €.
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