En la calle de la Almudena se
llevaron a cabo obras para su peatonalización en 1995 y aparecieron los restos
del ábside la antigua iglesia de Santa María, aquí situada y derribada en 1869
para ensanchar la calle de Bailén.
En 1999, los restos se preservaron
bajo una cristalera, y se colocó una estatua de un hombre apoyado con las dos
manos en la barandilla que rodea el conjunto.
El vecino curioso, como se llama la escultura, fue realizada por
Salvador Fernández Oliva y sirve de reclamo para fotografiarse junto a él.
Llama poderosamente la atención el desgastamiento en los hombros de la estatua
así como en las nalgas que lucen un pulido brillo dorado frente al color oscuro
del bronce en que está realizada la escultura.
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €.
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