Desde el 29 de octubre de 1439 hasta
el 20 de enero del siguiente año cayeron sobre Madrid unas lluvias tan
torrenciales que provocaban crecidas en el Manzanares llevándose puentes por
delante, y se dice que los madrileños que vivían en esta zona de la ciudad
exclamaban «¡Mira el río! ¡Mira el río!». Mira el Río Alta sólo se diferencia
de Mira el Río Baja por su posición topográfica más elevada.
El nombre de la calle de Mira el Sol
es similar, se cuenta que después de dichas lluvias torrenciales y posteriormente
días nublados por la nieve, por fin, el 2 de febrero de 1440, amaneció con un
sol resplandeciente y los madrileños exclamaron jubilosos «¡Mira el sol!, ¡Mira
el sol!».
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €.
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