El
antiguo palacio del marqués de Sonora, hoy sede del ministerio de Justicia,
contiene una desconocida biblioteca de más de 42.000 libros. La sala principal,
conocida como biblioteca de pino (ver la impresionante foto) consta de dos
plantas y «73 librerías de madera de pino cubiertas con cristales de agua
superfinos, originales de 1850».
La
biblioteca se nutrió, fundamentalmente, de la incautación de las bibliotecas de
los jesuitas (1767) y de los fondos que atesoraba la Iglesia con la desamortización
1836. Es, junto con las del Congreso y del Senado, una de las más completas bibliotecas
jurídicas. No en vano cuenta con las actas constituyentes de las Cortes de
Cádiz, de 1812.
«Hoy en día se destina para uso interno de gabinetes y
asesores parlamentarios, y de manera externa y exclusiva a cualquier
investigador que solicite permiso para hacer consultas».
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