... ¡¡ Y SE MARCHARON OTRA VEZ!!
Los serenos desaparecieron de Madrid
en 1978. Aunque a los pocos años regresó el cuerpo de serenos a las calles del
centro de Madrid, duraron menos que un suspiro.
Para su selección, los
aspirantes tuvieron que superar una serie de tests y pruebas.
Sin embargo,
cuando se creó el servicio en 1765, lo único que se les exigía a los aspirantes
a sereno-faroleros, era tener veinte años cumplidos, medir cinco pies de altura
como mínimo, clara voz y agilidad y no haber sido procesado por embriaguez o
camorrismo. ¡Sereno! se gritaba para llamarle y éste contestaba diciendo ¡va!
Otra manera de llamarle era dando tres palmadas y el sereno respondía dando un
golpe con el chuzo en el suelo.
Eran otros tiempos.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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