«En la calle de Claudio Moyano se instaló en 1925 la feria permanente de libros antiguos y usados. Las casetas -de quince metros cuadrados- fueron diseñadas por el arquitecto Luis Bellido. Las primeras casetas carecían de luz eléctrica, motivo por el cual cerraban al anochecer, tampoco tenían calefacción y no podían ser subarrendadas, tal como fijó el reglamento municipal. »En agosto de 1986 las primitivas casetas fueron derribadas y levantadas unas nuevas con mayores comodidades y luz incluida. Las nuevas casetas se construyeron imitando el aspecto externo de las antiguas, de tal forma que no se notó la diferencia entre las primitivas y las nuevas. Sin embargo, así como las antiguas casetas eran todas de madera, las nuevas son de madera en su fachada —imitando a las antiguas— y ladrillo en su parte trasera. Del derribo de las casetas se salvaron dos, una de las cuales se conserva en el Museo Municipal como recuerdo y la otra fue subastada». [1] Hace unos días, a través de
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