Del conde de Collantes pasemos al
marqués de Salamanca, célebre por sus excentricidades y por ser el promotor del
barrio que lleva su nombre.
El día de la inauguración de uno de los edificios
del barrio de Salamanca, uno de los empleados notó un fallo en la cimentación y
así se lo dijo.
El marqués invitó a unos cuantos amigos a cenar y luego a
visitar las nuevas casas, entre ellas la que fallaba y, en presencia de todos,
prendió fuego al inmueble para salvar así su reputación de buen promotor.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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