Fue el nombre dado por los madrileños del siglo XVI al
balcón situado en el arco de la
Plaza Mayor esquina a la antigua calle de los Boteros, hoy
Felipe III.
Según la leyenda, fue construido en una noche por orden de Felipe
IV, para que una de sus numerosas amantes pudiera asistir a los festejos que se
celebrarían al día siguiente en la Plaza Mayor
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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