Las estatuas fueron realizadas a
mediados del siglo XVIII para coronar el Palacio Real.
Varios escultores
conocidos como Francisco Salzillo, Felipe de Castro o Luis Salvador Carmona
labraron las estatuas según los retratos que hizo por encargo el padre
Sarmiento.
La leyenda cuenta que Isabel de Farnesio soñó una noche que, a causa
de un terremoto, le caía una de las estatuas encima. Lo cierto es que su enorme
pesó desaconsejó que se subieran a la cornisa y fueron repartidas por varios
puntos de Madrid y de España, entre ellos la plaza de Oriente.
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. ___ edición. ___ €.
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