Según se cuenta, debía su nombre
al hecho de ser la más utilizada por los musulmanes, ya que comunicaba con el
camino de Toledo, ciudad donde residía el emir.
Hay otra teoría que afirma que
esta puerta sólo podía ser utilizada por moros y judíos, quedando prohibido su
uso a los cristianos.
Lo más probable es que se llamara así por conducir a la
morería o barrio moro -situada en torno a la actual plaza de la Morería-.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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