En el Madrid musulmán, la calle Mayor, que
entonces no era tal calle como hoy la conocemos sino que era un lugar situado
fuera de la ciudad, se convirtió en un zoco árabe llamado Al-Sua Al-Kabir.
Por
ello, en lo que entonces era el final de dicha calle, se construyó una plaza
llamada primero del Arrabal, y posteriormente Mayor, para concentrar todo el
comercio de las afueras en un sólo lugar.
Esto explica que las calles
adyacentes tomaran los nombres de los oficios que por estos lugares se
establecieron:
Plaza de Herradores, calles de Coloreros, Mesón de Paños,
Latoneros, Bordadores, Botoneras, Esparteros, Cuchilleros, Tintoreros, etc.
Otro motivo fue que en la
Edad Media se prohibió que los artesanos se instalaran dentro
de la ciudad por lo que se situaron cercanos a las puertas de entrada a Madrid,
en este caso la Puerta
de Guadalajara, situada en la actual plaza del Comandante de las Morenas.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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