La tan querida Virgen de la Paloma fue salvada dos
veces durante la Guerra Civil.
Cuando en 1931 se produjo la quema de conventos, el párroco de esta iglesia
mandó colocar en el altar una copia del cuadro con el fin de protegerla y
entregó el original al presidente de la Junta Parroquial ,
señor Labiaga.
Éste la ocultó en distintos lugares, obligado durante la guerra
a cambiar de domicilio varias veces.
Pero la devoción popular a esta virgen es
tan grande que la copia, tomada por auténtica, fue robada por un zapatero,
quien la mantuvo escondida durante la guerra.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
Comentarios
Publicar un comentario