Hay varias teorías que explican su origen.
Según unos, podría venir de una
planta llamada atocha o del atochar que rodeaba la primitiva ermita de la
virgen.
Otros opinan que Atocha procede de la palabra griega Teotokos, cuyo
significado es Madre de Dios. La
Virgen de Atocha tiene grabada en el manto primitivo las
letras griegas A y O, las dos únicas visibles en la actualidad, por lo que al
parecer, Teotoka puede derivar en Toka y de aquí en Tocha, quedando por último
Atocha.
Hay una tercera teoría defendida por otros que apuntan la posibilidad
de que Atocha sea una corrupción de Antioquía, lugar de donde se cree que procede
la imagen. Así, Antiochia se abrevió en antiocha y de ahí atocha.
Lo que sí se
puede confirmar es que, de todas las vírgenes madrileñas, la más antigua es
esta de Nuestra Señora de Atocha, junto con la Almudena , cuya devoción
se remonta a los primeros cristianos.
Según Jerónimo de Quintana y
basándose en los escritos de varios historiadores, la imagen fue traída a
España por San Pedro cuando vino a predicar en el año 38. Se dice que fue hecha
en vida de la virgen y enviada a Antioquía, donde san Pedro tenía su
pontificado, antes de ir a Roma y establecerlo allí. Aunque la tradición
atribuye a san Lucas Evangelista la fabricación de dicha imagen, también se
dice que fue san Nicodemo quien la esculpió y san Lucas quien la pintó. Otra
hipótesis apunta que podría tratarse de otro san Lucas que vivió en el siglo
IV.
Teorías hay para todos los gustos.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
Comentarios
Publicar un comentario