... ha tenido siempre fama de muy buena.
A
mediados del siglo XVII, Antoine de Brunel en su Diario de viaje por España escribió que las aguas de Madrid habían
sido comparadas con muchas otras, no habiendo encontrado ninguna tan ligera
como las de aquí.
Por este motivo, el cardenal infante de Flandes, hacía llevar
agua desde una fuente de la villa hasta allí para que pudiera beberla el rey.
Aún
hoy, a pesar del cloro, el agua de esta ciudad sigue teniendo fama de muy
buena.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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