Nombre curioso y que no debiera haber
desaparecido del callejero por lo descriptivo que resultaba.
La actual calle
del Doctor Letamendi recibió en un principio tan extraño nombre según Fernández
de los Ríos «por la frecuencia con que se hacía esta exclamación al bajar la
escabrosa y difícil pendiente que ahí existía».
Bajen -con cuidado- por esta calle, y comprenderán el porqué de
semejante exclamación.
Posteriormente, la calle cambió de denominación y pasó a
llamarse costanilla de San Justo, por conducir a la calle del mismo nombre y en
la actualidad recibe el de Doctor Letamendi.
Por cierto, como ya comenté en el
volumen anterior, en el número 1 de esta corta calle estuvo la casa de Iván de
Vargas, patrón de San Isidro.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
Comentarios
Publicar un comentario