El
profesor Montero Vallejo siempre decía que conservar solo la fachada de un
edificio y vaciar el interior era un sacrilegio, que así se perdían elementos
arquitectónicos y artísticos como eran las escaleras, entre otros. Así pasó por
ejemplo con el Museo Thyssen, la rehabilitación se llevó por delante la bella
escalera de honor.
En
aquella época no existía el término “fachaditis” que se ha acuñado ahora: es
decir, mantener solo el cascarón, la fachada. Y eso es lo que se quiere hacer
con los edificios emblemáticos de Madrid, el conocido recientemente como complejo Canalejas: el antiguo Banco Hispano
Americano y el Banesto. La foto que incluye El País, del interior del primero
de los edificios citados no tiene desperdicio: ¡¡un magnífico vestíbulo de
mármoles de distintos tonos, una preciosa escalera...!! ¡lastima no poder
entrar en estos edificios y hacer fotos para el recuerdo!
Si
nadie lo remedia, dos edificios declarados BIC (uno de ellos a punto de serlo)
serán vaciados íntegramente para la construcción de un hotel de lujo. ¿Y lo que
se ve en la foto no tiene suficiente valor histórico y artístico para un hotel
de lujo?
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