En El
País de hoy hay una colección de fotos de estatuas vivientes que se sitúan en
el centro del centro de Madrid.
La verdad es que yo tengo una colección más
numerosa, me encanta hacerles fotos, no dejan de sorprenderme nuca, sus disfraces
y sus poses, inmóviles como estatuas.
Lamentablemente no le hice una foto al
“hombre del viento”, el que llevaba un paraguas abierto y la gabardina abierta
por efecto de un gran vendaval. En aquella época no se me había ocurrido llevar
permanentemente la cámara digital en el bolso.
Una pena.
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