En el
blog de El País se analiza hoy la rehabilitación de lo que fue un almacén en un
hotelito de la Colonia Cruz del Reyo. Vistas las fotos, el salón-cocina me
gusta mucho, está muy logrado pero el dormitorio, no me ha gustado cómo lo han
dejado con tres colchonetas de Ikea en el suelo. No se han estrujado mucho la
cabeza para hacer esta habitación.
El único inconveniente que veo en el
salón-cocina es que esta, al estar integrada como cocina americana, los olores
culinarios invaden el salón siempre. Lo sé porque nosotros vivimos 18 años en
un apartamento con cocina americana y el olor de los guisos, sobre todo cocidos
y fabadas, impregnaban todo el salón, el sofá, los sillones... y si abrías la
puerta de la terraza del salón para que salieran te congelabas en invierno.
Las
cocinas integradas son muy bonitas pero solo para gente que no cocina, que lo
único que hace es comprarse comida preparada y calentarla en el microondas.
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