La construcción de la M-30 supuso el corte de gran número de calles y
la expropiación de miles de hectáreas de terreno edificable.
La colonia Quinta
de la Paloma ,
con sus pequeñas calles (Govinda, José Romay, Vora y las perpendiculares de Timor,
Crisol, Estanques, Patos, Dardánelos y Tres Ochos) y sus casas unifamiliares,
desapareció por completo bajo la piqueta en 1983.
Formada por unas doscientas
casas de una o dos plantas, estuvo
situada entre el parque San Juan Bautista, la avenida de América y la M-30.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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