Hasta el siglo XX, sobre los tejados de Madrid tan solo sobresalían las torres de las iglesias con sus esbeltos campanarios. Y de estas, dos eran las más altas: las conocidas como la atalaya de la Villa (iglesia de San Salvador) y la atalaya de la Corte (Santa Cruz). Ninguna de las dos existe.
Tras el derribo de la iglesia de Santa Cruz en 1869, se decidió la construcción de una nueva, en la calle de Atocha, cerca de donde estuvo la primitiva, en la plaza de Santa Cruz esquina a la calle de la Bolsa. Este nuevo templo es obra del marqués de Cubas y se construyó en 1902. Esta tarde se ha inaugurado su restauración tras 12 años de lentas obras
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