... MIGUEL DE CERVANTES
El Estudio de la
Villa era el lugar donde se impartían clases de Gramática
Latina y Humanidades.
Fundado por Alfonso XI en 1346, estuvo situado en el
número 2 de la antigua calle del Estudio de la Villa (hoy del Estudio). Dejó de funcionar en
1619 con la llegada de los jesuitas.
El Estudio no hubiera sido tan conocido de
no haber tenido un alumno privilegiado, Miguel de Cervantes y un gran maestro
olvidado con el tiempo, Juan López de Hoyos.
Esta breve introducción sirve para
contar una pequeña anécdota sobre Cervantes, relacionada con el Estudio y con
la antigua calle de la Parra
(hoy Rollo), que tomaba el nombre de una parra que allí había.
Según se cuenta,
el maestro López de Hoyos recibió varias multas por no castigar a los
discípulos que robaban uvas de aquella parra. Por este motivo despidió de su
clase al verdadero culpable, que era nada menos que el travieso Miguel de
Cervantes.
Pero afortunadamente, un regidor que mantenía el Estudio aportando
dos reales diarios, intercedió por el futuro autor del Quijote. Como el maestro
apreciaba tanto a su alumno no puso ningún reparo en admitirle de nuevo en su
clase.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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