La antigua parroquia de Santa Cruz,
que estuvo situada en la calle de la
Bolsa esquina a Esparteros, tenía por costumbre, según
Fernández de los Ríos en su Guía de
Madrid, exponer en su torre el Sábado de Ramos, «las cabezas y miembros de
los descuartizados durante el año, que en Semana Santa eran recogidos de los
postes en que habían estado colocados por los caminos».
Menos mal que, aunque el Ayuntamiento haya rescatado algunas costumbres, esta
tan macabra no haya sido una de ellas.
La actual iglesia de Santa Cruz, nada
tiene que ver con aquélla, porque fue construida en sustitución de la antigua
derribada en 1868 en la calle de Atocha. * (Ver iglesia de Santa Cruz).
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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