Si pasan un día de lluvia frente a la
estatua de Bravo Murillo, situada en la confluencia de la calle del mismo
nombre y José Abascal, observen bien el perfil de la estatua... ¿a que da la
impresión de que el ministro promotor del Canal de Isabel II está
discretamente... haciendo "aguas menores"?
El escultor puso la mano
derecha con la palma algo abierta y hacia abajo, por lo que, en días lluviosos,
el agua escurre por su dedo índice dando esa impresión.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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