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Dos cuadros de Velázquez




Dos anécdotas sobre dos cuadros de Velázquez, la primera ocurrida durante la Guerra Civil y la segunda, a poco de terminar. Ninguna guarda relación entre sí, salvo que fueron publicadas el mismo día en el diario Madrid

La primera de ellas cuenta que unos milicianos se afanaban en vaciar una casa sacando a la calle muebles, lámparas, ropas y algunos cuadros. Pasaron por ahí tres hombres, uno de los cuales, se acercó a los cuadros y, observándolos atentamente, comprobó que uno de ellos era de Velázquez.
-Este cuadro es de Velázquez -comentó en voz alta.
-¿Qué dice? - preguntó uno de los milicianos.
-Digo, que este cuadro es de Velázquez.
-¡Que va a ser de  Velázquez, este cuadro es del pueblo! ‑contestó el miliciano, que para que quedara aún más claro, añadió ‑además, en esta casa no hay nadie que se llame Velázquez.
Como el buen hombre intentó explicar quien era Velázquez, lo único que consiguió es que los tres fueran detenidos y conducidos a la cárcel por culpa del gran pintor sevillano.
-Pero hombre, si yo sólo digo que Velázquez es quien pintó el cuadro.
De nada sirvieron las explicaciones.

Cuando acabó la guerra, como el dinero republicano ya no servía, y el oficial escaseaba, la gente recurrió al sistema del trueque para poder conseguir ciertos artículos. Así, en un mercadillo de la calle Torrijos (hoy Conde de Peñalver), se cambiaba una bicicleta por un par de medias, un traje viejo por medio kilo de algarroba,... Lo que más costaba era la comida, y sobre esto hay una pequeña historia que, aunque no se ajusta exactamente a la realidad, da una idea cercana a la situación de aquellos años. 

Un caballero con un cuadro de Velázquez bajo el brazo se acerca a un puesto donde se venden dos botes de leche condensada.
-Le cambio este cuadro de Velázquez por los dos botes de leche condensada.
-Oiga, ¿es un Velázquez auténtico?- pregunta el vendedor dudando.
-Sí señor, catalogado y firmado- contesta el caballero con énfasis.
El vendedor queda convencido y acepta el trueque.
-Trato hecho, pero tiene usted que abonar la diferencia de precio en dinero.

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