Ha sido siempre costumbre madrileña
entregar la llave de la ciudad a distinguidos o ilustres visitantes.
Se cuenta
que, durante la visita de un personaje extranjero a Madrid, en vida de Franco,
le fue entregada según la costumbre, la llave de la ciudad.
Este hombre, al
volver a su país, hizo ciertas declaraciones alusivas a la falta de libertades
existentes entonces en España que no sentaron nada bien aquí. Por este motivo,
uno de los concejales, a quien no le hizo gracia dichas declaraciones, comentó
en uno de los plenos municipales con mucha seriedad:
- «Yo propondría que le quitáramos la llave de
Madrid que le dimos, pero como eso no va a ser posible, propongo que cambiemos
la cerradura».
Ni que decir que las carcajadas
fueron muy sonoras.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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