En un autobús que me lleva hasta la
calle Princesa, me dicen dos jubilados que las fiestas de ahora ya no son como
las de antes. ¡Ya lo creo que no! -pienso yo.
Según ellos, las fiestas de hace cuarenta
años eran diferentes, y se refieren concretamente a las de la Paloma, por ser el barrio
donde viven.
Me cuentan que los patios o corralas, como ahora se llaman, los
adornaban los vecinos, los cuales, «se pasaban meses y meses confeccionando los
adornos y guirnaldas, porque los hacían ellos, no como ahora, que se compran en
las tiendas -me aseguran con énfasis- y no es lo mismo».
Durante las fiestas, la gente podía entrar en todos los patios
gratis, aunque siempre se solía dar una "pesetilla", porque a la
entrada le recibían a uno con una limonada. «Todos nos conocíamos, no como
ahora».
Los dos jubilados sentían añoranza, y yo también.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
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