Si nos asomamos desde la plaza de
Gabriel Miró o las Vistillas, como popularmente se conoce a esta plaza, aún
podemos escuchar el eco de los niños de las calles del Águila y de la Paloma, que venían en el
siglo pasado a la cuesta que sube a las Vistillas para pelearse a pedradas,
porque existía una gran rivalidad entre los habitantes de ambas calles.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, 2ª parte
Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 5ª edición. 6,50€.
Comentarios
Publicar un comentario