Agustín
Luengo, conocido como “el gigante extremeño”, vendió su cuerpo al Museo de
Antropología por 3.000 pesetas allá por el año 1849. Medía 2,35 metros de
altura y para que nos hagamos una idea, eso supone 20 centímetros más que Pau
Gasol.
Cuenta
el ABC que sus padres se vieron obligados a hacer un butrón en la pared para
que pudiera dormir con las piernas estiradas. Finalmente, cuando Agustín tenía
12 años le vendieron a una feria a cambio de «70 reales dos hogazas de
pan blanco, media arroba de arroz, miel del Alentejo, una garrafa de
aguardiente, dos paletas de jamón y un daguerrotipo de los que hacían en la
feria.
Para saber más y poder ver este esqueleto recomendamos la
lectura completa de la noticia.
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