La iglesia más antigua de Madrid no
existe desde hace poco más de ciento treinta años. Era la parroquia de Santa María,
situada en la calle Mayor esquina a Bailén. Aunque hay quien dice que su
construcción data de la época romana, es más probable que fuera del siglo XI o
XII.
La iglesia no debía ser muy bonita que digamos, a juzgar por las
descripciones de Vera Tassis, Mesonero Romanos y Pascual Madoz, quienes se
referían a ella como «pequeñita», «de mezquina arquitectura» y de «pobre arquitectura», respectivamente.
En el Museo de San Isidro hay una maqueta de la
iglesia que da una idea clara de cómo era esta parroquia de Santa María,
derribada en 1868 para ampliar la calle de Bailén y construir el viaducto.
Se
dice que la iglesia fue mezquita durante el período musulmán y convertida en
cristiana tras la conquista de Madrid por Alfonso VI en 1085. La parroquia tomó
el nombre de Santa María de la
Almudena cuando fue hallada la imagen de esta virgen.
La
pequeña calle de la Almudena
recuerda que en ese lugar estuvo hasta mediados del siglo XIX la iglesia más
antigua de Madrid. Lo único que se conserva de ella son los restos de los
cimientos hallados al peatonalizar la citada calle en 1998 así como su campana,
que se encuentra en la catedral de la Almudena , edificio que se empezó a construir para
sustituir a la «pequeñita», «mezquina» y «pobre» iglesia de Santa María.
La antigüedad
cede paso al desarrollo y a la modernidad de la ciudad. Los restos de los
cimientos y del ábside de la iglesia se conservan a la vista bajo una urna de
cristal.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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