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LA CASA DEL PASTOR Y SU ESCUDO


Y más sobre escudos, en este caso uno: el de la antigua casa del Pastor. 

Se encontraba adosado en la única pared que quedaba en pie de la citada casa, que por cierto también tenía una curiosa leyenda. 

Según la tradición, la casa pertenecía a un arcipreste llamado José, quien en su testamento dispuso que, una vez muerto él, el inmueble pasaría a pertenecer a la primera persona que cruzara por la Puerta de la Vega. 

Sus deudos trataron de disuadirle por no estar conformes con tal decisión, pero no lo consiguieron. 

Y así, cuando murió el arcipreste, la primera persona que pasó por la citada puerta fue un pastor con su rebaño, a quien le fue concedida la casa. (Ya se pueden imaginar el asombro del buen hombre que nada sabía). 

La casa pasó a ser conocida popularmente como la casa del Pastor. 

Y se cuentan todavía más cosas. 

Se dice que del sótano partían varios pasadizos subterráneos que pudieran ser anteriores a la casa, pues parece ser que primeramente hubo aquí un pequeño depósito de grano o alhóndiga árabe.

Los restos de la casa pertenecían a un edificio construido en el siglo XVII y que subsistió hasta los años cuarenta del siglo XX. 

A partir de entonces poco a poco fue cayendo en ruina hasta que, en 1972, fue derribada por completo. 

Como era uno de los escasos restos medievales que quedaba en Madrid se propuso reconstruir el edificio y destinarlo a centro turístico sobre los orígenes de Madrid. 

Sin embargo, les restos fueron derribados en 1988. 

En cuanto a su escudo, como la casa fue demolida en 1972, para proteger tan antiguo emblema, fue tapiado con una pequeña pared de ladrillo. 

Durante años, las ruinas de la casa fueron utilizadas como vertedero ‑costumbre muy arraigada entre los habitantes de esta ciudad- y en la pared de ladrillos se practicó un agujero, donde vagos y mendigos hacían fogatas todos los días. 

Posteriormente la zona fue ajardinada, se restauraron la pared y el escudo y por último en su solar se construyó un edificio de apartamentos que puede presumir de tener un escudo muy antiguo como objeto decorativo. 

Aunque se dice que el escudo es del siglo XIV, lo cierto es que es una reconstrucción del siglo XVII sobre uno anterior perteneciente al siglo XIV.

Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
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