Noticia publicada en el diario La Época el 29 de julio de 1863 sobre la situación del tráfico de la Puerta del Sol, tema que ya
preocupaba entonces.
Copio textualmente la media de vehículos que circulaban en
ese año por dicho lugar, para que luego digamos de ahora:
«Carruajes de cuatro
ruedas y un caballo: 4.184; idem con dos, 2.185; idem con más de dos, 21;
diligencias, ómnibus y sillas de postas, 81; carruajes de dos ruedas, 47;
galeras, 8; carros de reata: 1.237; carretas; 177; caballo de montar, 861;
caballerías con carga, 1.969».
No es de extrañar por ello que, la Puerta del Sol, de siempre,
haya sido la plaza más concurrida de Madrid.
Además del tráfico hay tanta gente
que se apelotona en las aceras, que se hace difícil dar un solo paso.
Ya en el
siglo XIX hubo que sacar una ¡ley sobre regulación de viandantes! por llamarlo
de alguna forma, cuyo artículo 330 decía textualmente:
«Mirando por la
comodidad general de los habitantes de esta capital, se les excita á que no
permanezcan parados sobre las aceras (de la Puerta del Sol, calles de Carretas, Montera,
Carmen, Preciados, Mayor, Arenal y Carrera de San Gerónimo) que comprendan las
calles expresadas, pudiéndolo verificar en cualquier punto fuera de las
aceras».
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
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