El "empedrador" fue el mote que recibió el
arquitecto francés Jaime Marquet, quien, a mediados del siglo XVIII, recibió la
orden de Carlos III de llevar a cabo, por primera vez, las obras de empedrado
de la ciudad sustituyendo en este encargo a Ventura Rodríguez, arquitecto de la Villa.
Un siglo más tarde, en 1848 se adoptó el
llamado empedrado de prismas y adoquines.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
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