¿Por qué hay una columna en la calle de Casalarreina junto a la parroquia del Santísimo Cristo de la Guía?
Se trata de una columna de piedra que
estuvo originariamente junto a la desaparecida ermita del Santísimo Cristo de
la Guía. Ésta se hallaba más al sur de la actual parroquia de igual nombre.
Frente a ella estaba la columna a modo de humilladero donde la gente rezaba antes
de entrar en la ermita.
El humilladero de dos metros de alto
y originariamente coronado con una cruz de hierro que hoy falta, se trasladó
junto a la actual parroquia del Santísimo Cristo de la Guía, en la calle de
Casalarreina. En la base se puede leer aún: «A honra y gloria de Nuestro Señor
Jesús dio en limosna esta cruz Francisco de Pinilla, 1680».
La ermita del Santo Cristo de la Guía
es citada por el cura licenciado Domingo Álvarez Valentín, párroco de Vicálvaro
y sus anejos, en 1785, ante la petición del cardenal Francisco Antonio de
Lorenzana. Éste mandó realizar las llamadas Descripciones
o relaciones de Lorenzana (1784) que consistía en un cuestionario de
catorce preguntas que debían contestar los párrocos de cada municipio con el
fin de recabar información sobre la historia, población, clima, productos
agrícolas, industria, hospitales, iglesias y ermitas, entre otras.
Según las Relaciones de Lorenzana, «fuera ya del caserío, a tres o cuatro
tiros de piedra, dos pequeñas ermitas: una dedicada al Santo Cristo de la Guía,
situada en el camino bajo que lleva a Madrid, en su parte oeste; y otra llamada
del Cristo del Sepulcro y La Soledad, en el camino de Las Piedras, al este».
La ermita del Santo Cristo de la Guía
se debió de construir en el siglo XVII gracias a una mujer de la cual se
desconoce el nombre pero que, según
consta en un documento de la actual parroquia, pertenecía a la familia del duque
de Sevillano. La idea de su construcción surgió porque el camino donde se
construyó luego la ermita era muy peligroso «por ser frecuentado por ladrones y
maleantes (...). A pesar de ser muy rica en bienes materiales tuvo que pedir
limosna para construir la ermita con piedras traídas (sic) de otros lugares, ya
que en este pueblo de Vicálvaro no hay más que tierras áridas».
En el interior de la ermita se colocó
la imagen de un Cristo crucificado que se conoció a partir de entonces como el
Santísimo Cristo de la Guía.
La ermita fue destruida en la Guerra
Civil.
Del libro “Los
porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Fecha de la publicación:
Octubre 2010 - 13.95 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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