Buenos
y nublados días desde mi Madrid del alma,
Con 25º
de temperatura, humedad del 54% y viento de 4 km/h en el centro de Madrid,
empezamos este resumen de prensa con una noticia para sonrerír:
Pagar
por mear, que decían jocosamente los madrileños a mediados del siglo XIX: pero
una cosa es pagar por ir al servicio en la Estación de Atocha, y otra muy
diferente ¡ir a la tienda para comprar productos para el baño y, de paso y ya
que estás allí, ir al servicio!
( Eso
me recuerda le chiste aquel que decía que unas monjas fueron a ver al Papa para
pedirle a ver si les dejaba fumar mientras rezaban el rosario, y lógicamente,
el Papa les dijo que no. Al cabo de un tiempo volvieron a pedirle audiencia y
le pidieron que a ver si mientras fumaban les dejaba rezar el rosario, y el
Papa les dijo que sí, claro).
La
estación de Atocha pretende, con esta medida, erradicar la prostitución
masculina y el llamado cruising (encuentro entre hombres en lugares públicos).
La foto
del artículo no tiene desperdicio, cuatro inodoros individuales y y cada una de
las cabinas decoradas con preciosos paisajes. Y, además, habrá posibilidad de
comprar cosas para utilizar en el baño con descuento, vamos, tiendas en toda
regla con baños incluidos. «Fotos divertidas, colores alegres (un poco a
lo IKEA), una bola de discoteca para engatusar a los bebés mientras se les
cambia, inodoros último modelo (alguno de Philip Stark incluso) y la
posibilidad de comprar «todo tipo de productos para ir al baño» in situ, allí
mismo, casi sin levantar el pompis de la taza.» Así lo cuenta El Mundo.
¡Ponga un baño colorista en su casa, oiga! ¡Paisajes
relajantes para que su estancia sea mucho más placentera! ¡Y para el bebé, nada
menos que una bola de discoteca para que se entretenga y no llore cuando se le
cambia el dodotis! ¡No deje pasar esta oportunidad! ¡Y para la señora de la casa
no se olvide del nuevo bidé! ¡Nada más refrescante que un bidé, lo decían los
de la Trinca con aquella canción del barón de Bidé que «especulaba con la
posibilidad de tomar baños de asiento sin perder la dignidad... y jamás
hallará, sensación más refrescante, por detrás y por delante, por delante y por
detrás»!
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