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UNA LAMENTABLE TRADICION


¡Y los restos de Velázquez no son los únicos que se han perdido! 

Desgraciadamente hay más casos, pues en Madrid, inexplicablemente, se han perdido los ¡Lope de Vega, Calderón de la Barca y Cervantes! 

Pero vayamos por orden cronológico. 

Cervantes fue enterrado en 1616 en el convento de las Trinitarias de la calle Lope de Vega, desconociéndose en la actualidad el lugar exacto. 

En cuanto a Lope de Vega, que recibió cristiana sepultura en 1635 en la iglesia de San Sebastián de la calle Atocha, se ha comprobado que sus restos desaparecieron entre 1654 y 1658, al ser trasladados para enterrar en su lugar a la hermana del entonces párroco de la iglesia. ¿Y qué pasó a partir de este momento? se preguntarán. Nunca más se supo. 

Por último, los restos de Calderón de la Barca sufrieron varios traslados antes de perderse definitivamente. 

Cuando murió en 1681 fue enterrado en la parroquia del Salvador, hasta que al ser demolida la iglesia fue trasladado al cementerio de la Sacramental de San Nicolás (en la calle de Méndez Álvaro). En 1869 los restos fueron trasladados al proyectado Panteón Nacional, en la iglesia de San Francisco el Grande. Como este panteón no se terminó de construir, en 1874 volvieron al citado cementerio y de allí se llevaron al hospital de San Pedro de los Naturales, en la calle de la Torrecilla del Leal. Posteriormente, los restos fueron trasladados al nuevo edificio de la Congregación de los Sacerdotes Naturales, en la iglesia de los Dolores, situada en la calle San Bernardo. Mas ¡ay!, durante la Guerra Civil desaparecieron los archivos donde figuraba el lugar de reposo de Calderón. Así, en la actualidad, no se sabe si siguen ahí o no. El párroco de la iglesia de los Dolores afirmaba que seguían en ella y que sabía incluso el lugar exacto donde permanecían. Una vez que el párroco se puso enfermo, prometió revelar el lugar en el cual, según él, se encontraban, pero murió antes de hacerlo. 

En esta lista de desaparecidos habría que añadir por lo menos también a Juan de Herrera, arquitecto del Escorial, el marino Jorge Juan y el pintor Claudio Coello. 

¡Hay cosas que claman al cielo! De lo que no hay duda es de que Madrid es la ciudad que más muertos ha perdido.

Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.

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