La calle Libreros se caracteriza por lo que su nombre
indica, por los libreros especializados en la compra-venta de libros usados.
La
mayoría de los que regentan las librerías aquí establecidas son descendientes o
antiguos dependientes de doña Pepita.
¿Y quien fue doña Pepita? se preguntarán.
Doña Pepita fue la creadora de un nuevo sistema de compra-venta de libros
usados o de segunda mano.
Esta buena mujer se estableció a finales del siglo XIX
en la calle Jacometrezo, en una pequeña librería, que estuvo aproximadamente,
donde hoy está la pantalla del cine Capitol.
Cuando el inmueble fue expropiado
para la construcción de la
Gran Vía , se marchó a la cercana calle de Ceres, hoy
Libreros. En el número 8 de esta calle abrió su librería Enrique, nieto de doña
Pepita.
A su vez, antiguos empleados abrieron sus propias tiendas con diversos
nombres: La Casa
de Troya, Doña Felipa, La
Fortuna y Felisa (hoy sólo Fortuna), La Merced (con miembros de la
tercera generación de dependientes de La Casa de Troya), y más recientemente Berber,
abierta a principios de los ochenta por descendientes y familiares de los
dueños de La Casa
de Troya.
Lamentablemente, como en el anterior párrafo, alguna ha echado el
cierre.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
http://www.edicioneslalibreria.es/
Entre doña Pepita y la Felipa nos han surtido de libros de texto toda la vida, a mi hijo y a mi. Fue una aberración, de esas a que tan acostumbrados estamos en Madrid, que no respetasen el cartel de la tienda porque era una institución.
ResponderEliminarMuy buen recuerdo, Mayrit y muy buena historia.
Charo.