Remontándonos a la prehistoria, no es difícil imaginar el
origen de Madrid.
Tenía una serie de arroyos que daban agua y un río que
proporcionaba alimento en abundancia, así como bosque por doquier para caza.
Los entendidos sitúan los primeros asentamientos humanos junto al Manzanares,
cercanos al Puente de Segovia en la margen derecha.
La calle de Segovia por
aquellos tiempos era un valle –al conocido como vallejo de San Pedro- entre dos
colinas por donde discurría un arroyo.
En este lugar se calcula que
posteriormente hubo un poblado visigodo que no ha proporcionado aún restos que
lo demuestre.
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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