La pequeña colonia
Ibarrondo, situada entre la M-30
y la avenida de América, se levanta sobre unas antiguas huertas y melonares
propiedad de los condes de Villapadierna.
Posteriormente fueron comprados por
unos señores apellidados Ibarrondo y Lezcano, quienes parcelaron los terrenos y
los vendieron.
Los nombres de sus calles proceden de los primeros habitantes
del barrio quienes se construyeron sus propias casas.
Gran parte de la colonia
está desapareciendo con la sustitución de las casas de planta baja por
edificios de viviendas y oficinas
Del libro “Curiosidades y anécdotas de Madrid”, Isabel Gea.
Ediciones La Librería. 10ª edición. 6,50€.
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