Detrás de la Gran Vía, entre las
calles de San Bernardo y Corredera Baja de San Pablo está la calle del Pez.
Para saber el origen de su nombre hay que remontarse a cuando un tramo de la
calle se denominaba Fuente del Cura, el correspondiente entre las calles de San
Bernardo y Pozas. Aquí se hallaba la hacienda de Diego Henríquez, párroco de
Colmenar, en la que había cinco pozas y una fuente de agua con distintos
surtidores. El hacendado abría al público sus jardines cada 24 de junio, fiesta
de San Juan.
Cuando Felipe II trasladó la corte a
Madrid, compró parte de la hacienda para edificar viviendas. La otra parte la
compró un tal Juan Coronel, a quien le correspondió un estanque cuya agua se
fue agotando poco a poco con la construcción de su vivienda y en el que quedó
al final tan sólo un pez de los muchos que había.
Blanca, su hija, recogió el pez y lo
metió en un globo de cristal pero al poco tiempo murió para desconsuelo de la
chiquilla. Don Juan hizo labrar en la fachada de su casa un pez de piedra con
el letrero «Casa del Pez». El pez permanece labrado en la mueva edificación
situada esquina a la calle con Jesús del Valle.
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Fecha de la publicación:
Octubre 2010 - 13.95 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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