En la plaza de la Paja esquina a la
costanilla de San Andrés hay un pequeño jardín sostenido por un muro de
contención que lo rodea en la citada costanilla y en la calle de Segovia. Su
acceso se hace por la plaza de la Paja, a través de una cancela de hierro. Es
un remanso de paz y de silencio. Se trata de un jardín de estilo neoclásico que
perteneció al palacio de Anglona.
Para su origen hay que remontarse al
año 1530 cuando Francisco de Vargas, consejero de los Reyes Católicos y de
Carlos I, mandó construir una casa en terrenos de su propiedad, en la plaza de
la Paja. Su hijo, Diego de Vargas y Carvajal, mandó reedificarla en 1599 y se
la vendió en 1606 a don Álvaro de Benavides y Cueva casado con doña María de
Benavides y Sandoval, marquesa de Javalquinto.
El palacio pasó sucesivamente de los
marqueses de Javalquinto y condes de Benavente al príncipe de
Anglona y a los marqueses
de la Romana. Estos, en el siglo XVIII, construyeron y cerraron un pequeño
jardín lateral. Para ello se apropiaron de suelo público cortando la
comunicación entre la plaza de la Paja y la calle de Segovia.
El edificio, muy deteriorado, fue
restaurado y transformado en viviendas de lujo en 1987. Los bajos se destinaron
a locales comerciales. El jardín estuvo muchos años abandonado a pesar de que
los nuevos inquilinos aseguraban que era suyo.
El jardín de Anglona es pequeño, tan
sólo 500 m2, está dividido en cuatro cuadrantes con una pequeña
fuente de granito en el centro. Los paseos son de ladrillo dispuestos a
sardinel. En la esquina con la plaza de la Paja hay un pequeño cenador y en la
otra esquina, con la calle de Segovia, una pérgola, ambos adornados con
rosales.
Es el único ejemplo en Madrid de los
jardines que acompañaban a los palacios de los siglos XVIII y XIX. El diseño
corrió a cargo del francés Nicolás Chalmandrier quien mezcló el estilo
neoclásico con esencias hispano árabes que recuerdan a un patio andaluz y a la
vez un jardín cortesano. En 1920 fue restaurado por el paisajista Javier de
Winthuysen
En 2002 el Ayuntamiento reconstruyó
el jardín y lo abrió al público. Un diminuto
espacio verde que pasa desapercibido a la mayor parte de los madrileños salvo a
los que viven en la zona.
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Fecha de la publicación:
Octubre 2010 - 13.95 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
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