En 1809 José I mandó derribar todos
los edificios que quedaban delante del Palacio Real con el fin de crear una
gran avenida que uniera la Puerta del Sol con el palacio y tener así una gran
vista. Las obras se llevaron a cabo en los años siguientes y supusieron el
derribo de once manzanas y tres parcialmente. Entre los edificios demolidos se
hallaba la iglesia de San Juan.
La marcha del rey francés en 1813 dejó un
inmenso solar que exigía una pronto solución. Sin embargo, las obras se
paralizaron varias veces y se extendieron hasta 1850 en que fue inaugurada la
nueva plaza de Oriente con sus calles adyacentes.
Una nueva plaza de formó en el solar
de la derribada iglesia de San Juan y que no tuvo denominación específica. El
lateral oriental de la plaza recibió el nombre de calle de Ramales en recuerdo
del pueblo de Santander que se hizo famoso por las batallas que sostuvieron en
1839 las tropas del general Serrano y del príncipe Carlos, durante la primera
guerra carlista.
El nombre desapareció a finales del siglo XIXI y la plaza, que
durante casi cincuenta años no había tenido denominación alguna, tomó este de
Ramales subsistiendo la plaza que recuerda que primeramente fue calle.
Del libro “Los porqués de Madrid”, Isabel Gea.
Fecha de la publicación:
Octubre 2010 - 13.95 €.
Editorial: Ediciones La
Librería.
Comentarios
Publicar un comentario