326
placas amarillas recuerdan a los personas importantes de la historia madrileña
así como enclaves importantes. Tienen forma de rombo, de color amarillo y
ribeteadas en azul. Son de sobra conocidas. El alcalde Agustín Rodríguez
Sahagún se trajo la idea en 1990 después de un viaje a Londres. Las placas
fueron diseñadas por Manuel Alegre, diseñador también de muchos de los objetos
que se venden en la tienda La vida es sueño, situada en la calle Mayor y de su
propiedad. Cada placa cuesta unos 600 euros.
A
través de la página Plan Memoria de Madrid, se pueden consultar las 326 placas.
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